Vivir en el extranjero es una experiencia tremendamente enriquecedora. Es algo que no me canso de recomendar, todos deberíamos vivir en otro país alguna vez. Vivir en el extranjero significa abrir la mente a otras culturas, hacer nuevos amigos, adaptarse a otras costumbres y resolver dificultades por uno mismo. En definitiva, es una manera excelente de crecer personalmente y seguro te ayudará a llevar tu carrera profesional a otro nivel.
Después de haber vivido y trabajado en Burdeos, os dejo unos cuantos consejos útiles para los que estéis pensando en ir a trabajar a Francia.